Los avances tecnológicos, con su capacidad de generar redes multidimensionales, han creado corrientes de pensamiento que se apartan de los enfoques analíticos tradicionales y derivan hacia miradas para explicar y entender el “todo” mediante procesos que reconocen que ese “todo” es distinto a la suma de sus partes.

En este entorno cada vez más accesible la “fidelidad” y el compromiso, elementos que dan cohesión y estabilidad a los sistemas de relaciones, adquiere una importancia creciente.

Por una parte el marketing, en su búsqueda de formas para capturar la atención y preferencias de los clientes, ha contribuido con enfoques que no sólo han introducido cambios en su propio dominio acciones; sino que también ha exportado formas novedosas y creativas de extender los conceptos de la relación “cliente proveedor” a otros dominios tales como las “Relaciones Laborales” y “Administración de Recursos Humanos” ya que, no olvidemos, que ambas disciplinas tienen que ver con las personas, sus inquietudes y sus motivaciones.

El Marketing considera tres actores vinculados por cadenas de creación de valor:

  1. La empresa como ente coordinador de los factores de creación de valor.
  2. Los clientes externos que configuran el mercado.
  3. Los clientes internos que inventan y desarrollan productos, permitiendo usar herramientas para identificar, tabular y presentar resultados de patrones de conducta y datos de entorno. Esto permite inferir interacciones entre causa – efecto y crear “mapas relacionales” que permiten mirar tendencias, eventos y estudiar y definir variables respecto de la forma como se influyen unas a otras.

Esta mirada aporta un modelo interactivo y dinámico donde la Gerencia de Marketing se ocupa del Marketing Externo (la relación entre la empresa y el mercado) y la Gerencia de RRHH administra el Marketing Interno (posicionamiento de “Marca” como empleador) y la relación de éste con los integrantes de su equipo de colaboradores.

La conclusión, es que esta visión del “cliente” permite replantear y enriquecer la administración de RRHH. Si miramos a nuestro personal como un grupo de clientes que “compran” el modo de configurar las acciones productivas que caracteriza a la empresa y, a su vez, el “colaborador” ve a la empresa como un cliente que “compra” su capacidad de generar valor agregado; obtenemos un enfoque que, sumada a la aplicación de los modelos conceptuales y las herramientas descritas, podrían configurar relaciones de colaboración más productivas y gratificantes para las partes.

En MR Consulting hemos desarrollado formas de trabajo en equipo y modelos de compensación variable que estimulan a los colaboradores a “comprar” la visión de la empresa e involucrarse en el logro de sus objetivos y plan estratégico.