En nuestro artículo anterior mencionamos algunas competencias necesarias para enfrentar los desafíos emergentes en el área. En esta oportunidad, nos centraremos en su descripción.

a) Análisis de datos de desempeño, actitudes y aptitudes de las personas.

En el contexto de esta competencia, entenderemos el análisis de datos como la capacidad de validar o probar hipótesis traduciendo datos en información relevante y pertinente para diseñar estrategias, planes de acción, objetivos e indicadores que aseguren el logro de los resultados esperados y la mejora continua.

Esto Implica comprender las estadísticas, las técnicas analíticas, sus limitaciones, y aplicaciones para desarrollar conclusiones y recomendaciones con base en juicios fundados.

b) Planificación de dotación alineada con estrategias de gestión del talento.

El desarrollo tecnológico y la tendencia creciente del teletrabajo necesita equipos constituidos con base en la confianza y el compromiso. El estilo tradicional de mando y control, no funciona en ambientes descentralizados. Los profesionales de RRHH deberán crear una cultura de colaboración y auto control con jefaturas capaces de traducir la gestión estratégica del negocio en acciones de gestión del desempeño que respalde y asegure el cumplimiento de la propuesta de valor de la empresa y asegure que las actividades de la fuerza laboral estén alineadas con las estrategias de gestión del talento.

c) Pensamiento analítico.

La función de RRHH deberá ocuparse de asesorar a la gerencia para permitir que los colaboradores identifiquen y definan las variables clave para resolver situaciones y tomar decisiones con base en datos concretos para desarrollar recomendaciones viables y ejecutar las acciones pertinentes.

d) Estructuración de comunicaciones basadas en datos concretos.

El lenguaje genera realidades por lo que la narrativa y la gestión de las comunicaciones debe ser coherente con la necesidad de construir espacios de confianza y respeto entre las personas lo que implica que rol de los profesionales de RRHH será clave para asegurar que la comunicación sea veraz, clara, atractivas y entendible para la audiencia a la que va dirigida; basada en datos comprobados y personalizada para ser comprensible. Las personas desconfían de lo que no entienden

e) Gestión de relaciones con agentes interesados (“stakeholders”) del área.

La interrelación con agentes interesados debe ser confiable, respetuosa y honesta. El rol de RRHH en esta materia, es asegurar que las personas de contacto de la empresa tengan la capacidad de mejorar permanentemente su imagen y por ende, la de la empresa en las relaciones con sus clientes y contactos internos y externos

f) Comprensión del entorno de negocios y la competencia.

Esta competencia implica una comprensión profunda del entorno de negocios de la empresa para alinear las iniciativas de Recursos Humanos con los objetivos y prioridades del plan de negocios de la Empresa.

g) Comprender y operar las herramientas analíticas y de I.A. relacionadas con RRHH.

La creciente digitalización de los procesos y la aplicación de la tecnología e inteligencia artificial y el teletrabajo necesita que RRHH conozca y maneje las nuevas herramientas y tecnologías para mantener una dotación adecuada y un “paquete de empleo” competitivo y actualizado.

h) Administración del ciclo de experiencia del personal.

La unidad de RRHH debe gestionar y supervisar el desarrollo de oportunidades para que el equipo de colaboradores se familiarice con los agentes interesados (gerentes y líderes empresariales en todas las etapas de su ciclo de vida laboral) a fin de adquirir la experiencia requerida para desarrollar su potencial y mejorar su aporte y compromiso con la gestión de la empresa.

i) Diseño de procesos centrado en las personas.

El modelo centrado en el ser humano consiste en diseñar y desarrollar soluciones que mejoren la experiencia del empleado, que se enfoquen en lo que realmente les importa a los colaboradores apoyándolos para superar esos «momentos que importan» sin despojarlos de la responsabilidad. Ayudar sin invalidar, implica respetar la dignidad y la libertad individual.