Retomando los temas relacionados con la importancia de la automatización en los sistemas de RRHH, les compartimos la primera parte de nuestro artículo que aborda esta temática.

La tecnología ha cambiado los paradigmas asociados al rol de las personas que constituyen la dotación de una empresa. La empresa, entendida como un sistema que transforma insumos en productos de mayor valor agregado, necesita colaboradores competentes y talentosos para mantener la flexibilidad de adaptación y rapidez requerida para navegar en las olas del cambio que caracteriza el actual entorno de negocios.

Dado que las herramientas y la tecnología se han convertido en un “commodity” el “capital humano” se hace cada vez más crítico para alcanzar los niveles de productividad, innovación y adaptabilidad que permitirá la supervivencia de la empresa.

Como lo hemos indicado en artículos anteriores, las organizaciones de hoy deben ser entendidas como una entidad en la que personas competentes conversan para coordinar y ejecutar las acciones requeridas y concretar su propuesta de valor para hacer realidad su visión.

Lo anterior implica la necesidad de contar con personas que posean habilidades conversacionales y ejecuten procesos que permitan trabajar desde la confianza y la colaboración. El problema es que, si bien la tecnología y la ciencia han evolucionado; la educación, los procesos de relación interpersonal y las habilidades conversacionales, no lo han hecho en armonía con ésta.

La gestión del talento al interior de la empresa, debe aplicar estilos de liderazgo para crear espacios de confianza capaces de generar: colaboración, respeto mutuo y un claro entendimiento de que la libertad de cada uno termina donde empieza la del otro.

Esta reflexión nos lleva a definir y revisar, elementos y procesos clave de la gestión de personas, tales como:

  1. Políticas de interacción personal y resolución de conflictos.
  2. Clara definición del rol y responsabilidades de la unidad de RRHH y la supervisión en la gestión de personal.
  3. Clara definición de las habilidades y competencias de interacción aceptadas por la la cultura de la empresa.
  4. Reclutamiento y selección.
  5. Procesos de incorporación y socialización.
  6. Procesos de evaluación, capacitación y desarrollo.
  7. Procesos de disciplina y desvinculación.
  8. Politicas de compensación y beneficios.

Estos procesos son complejos porque cada persona es única e irrepetible, reactivos y emocionales, lo que los hace reaccionar y trabajar combinando habilidades personales y laborales. Pero también es necesario considerar que, si no están automatizados, traen asociados una fuerte e innecesaria carga administrativa.

En la segunda parte hablaremos de particularidades de los sistemas de automatización de RRHH.