Siguiendo con el tema planteado en nuestro artículo anterior, queremos compartir con ustedes algunos puntos que creemos serán materia de discusión respecto de flexibilidad laboral. Los invitamos a que nos den sus opiniones:
• La flexibilidad laboral, incluye muchos aspectos adicionales al horario y la presencia de las personas en un lugar de trabajo.
• Hay actividades donde no es posible introducir algún grado de flexibilidad. Es el caso de la atención médica, la generación de energía eléctrica, las labores extractivas (minerales, combustibles, la pesca, etc) y según algunos esto podría generar distorsiones en la cantidad de personas dispuestas a trabajar en condiciones no flexibles.
• No hay evidencia empírica que permita asegurar que se concretarían los beneficios que plantean los partidarios de condiciones flexibles como por ejemplo conciliar, de mejor manera trabajo, familia y tiempo libre.
• Por su parte, los detractores de la flexibilidad laboral señalan que podría prestarse a abusos de los empleadores, toda vez que la relación entre éstos y los trabajadores no es simétrica, en términos de poder e influencia.
• Los seres humanos somos criaturas “no triviales” vale decir que frente a una misma situación tenemos respuestas, reacciones o actitudes diferentes. Nuestra respuesta depende no sólo de la situación, si no que de nuestro estado de ánimo, creencias, valores; por citar sólo los aspectos más relevantes. Por lo tanto, el establecer códigos de conducta y modos de relación no es tarea fácil.
• Cada uno de los matices que puede tener el concepto de trabajo encuadrado entre los extremos mencionados, nos llevara a distintas definiciones, emociones y actitudes que configurarán conductas y disposiciones diferentes dependiendo de la realidad particular de cada empresa, grupo o trabajador.
• Dicho lo anterior, pareciera ser que también una vez más nuestra creatividad, las restricciones que impone el entorno, las oportunidades que nos brinda el desarrollo tecnológico y, por sobre todas las cosas, la buena voluntad de buscar cómo hacer que todos seamos más felices; nos permitirán conversar, intentar, desarrollar y poner en práctica caminos que nos permitan construir modos de trabajo que hagan posible conciliar trabajo – ocio – familia – felicidad.
• Como señalamos en el artículo anterior, este tema tiene que ver, no solo con legislaciones o acuerdos laborales, si no que con la naturaleza humana y de los acuerdos sociales que configuran una particular cultura. Tiene que ver más con nuestra concepción de que es y para que existe el trabajo.
