Nuestro seguimiento de lo que está ocurriendo en el entorno, indica que uno de los aspectos a tener en cuenta para reanudar la actividad “normal” es que no está muy claro qué será “normal”.
Hablamos de “normalidad” como si fuera un estado claramente definido sin considerar que es un delicado “equilibrio dinámico” que experimenta pequeños ajustes (casi imperceptibles) que van constantemente “normalizando” nuevas conductas, formas de percibir y operar.
Esta característica del devenir hace que lo normal no lo sea. Una analogía que aclara esta paradoja es el cine: genera una ilusión de movimiento mediante una sucesión de “fotos” estáticas.
En la práctica, lo que llamamos “normal” es como una de esas fotos que registra como era el entorno en un instante desde una perspectiva determinada, por lo tanto, es posible que distintas personas hayan guardado distintas “fotos” de lo que es normal.
Thomas S. Kuhn, en el Cap. II. (El camino hacia la ciencia normal) de su libro “La estructura de las revoluciones científicas”; denomina “paradigma” a este concepto de origen griego cuyo significado es “patrón o modelo normal”.
En su obra, Kuhn estudia en profundidad el “efecto paradigma” y las consecuencias de lo que el denomina “parálisis paradigmática” que implica quedarse “pegado” en una foto. Un ejemplo clásico de parálisis paradigmática es el de que la tierra es plana, al punto que hoy – a pesar de toda la evidencia científica – sigue existiendo una tendencia llamada “terraplanistas”
Los empresarios suelen ser victimas de la “parálisis paradigmática” lo que se refleja en la tendencia que tienen algunos de aferrarse a ciertas prácticas de eficiencia.
El ejemplo más común es el de los horarios, representado por los jefes y gerentes que insisten en la importancia de llegar a la hora, aún cuando las personas no inicien su trabajo hasta después de un café, de maquillarse o comentar las novedades del campeonato en desarrollo.
Hasta la legislación vigente se ocupa porfiadamente de los horarios, en circunstancias que lo relevante en una empresa es completar las tareas y cumplir los objetivos comprometidos en tiempo y forma.
Hoy la normalidad es trabajar lo mejor que se pueda dentro de las restricciones impuestas por la pandemia. Hemos tomado conciencia de otras “realidades” producto de una normalidad diferente.
Cuando esta situación termine NO REGRESAREMOS a ese antes, tendremos un HOY diferente. No será posible volver al pasado. La realidad nos habrá obligado a reemplazar algunas ideas y miraremos el entono desde otros referentes que despertarán emociones distintas y gatillarán acciones nuevas.
Gerentes, jefes, y colaboradores, lo habremos pasado mal, puede que incluso perdamos seres queridos, sufrido pérdidas materiales, inconvenientes. Hemos resuelto situaciones y vencidos obstáculos. Aprendamos de la experiencia, imaginemos cómo podríamos ser productivos y entregarle a los que vienen un entorno mas agradable. Dejemos de mirar el reloj y empecemos a usar la brújula para ajustar el rumbo.
MRHR, tiene experiencia en el desarrollo de nuevos paradigmas y en detectar aquellos que es conveniente reemplazar, sin morir en el intento.
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