CORONA VIRUS, UNA CRISIS SOBRE LA CRISIS.

En nuestros artículos anteriores comentamos respecto del impacto de la crisis que vive nuestro país.
En esta oportunidad, nuestra reflexión se refiere a las consecuencias derivadas de la superposición de dos crisis. Cuando “llueve sobre mojado” los efectos se multiplican, pero las consecuencias no son necesariamente más perjudiciales.

¿Cómo se explica esta paradoja?
Primero, es necesario recordar que, para cada uno de nosotros, la realidad es la lectura que hacemos de un evento y que los percibimos y sentimos de diferente manera.

Segundo, esa manera “personal” de sentir un particular evento genera una “emoción” que a su vez gatilla acciones también personales.

Tercero, los eventos colectivos desatan una diversidad de acciones y las consecuencias serán las resultantes de la “composición de fuerzas” generadas en el colectivo afectado.

Tenemos entonces que: en medio de una situación compleja, cargada de emociones, con problemas transporte, conductas agresivas, sensación de inseguridad, etc., aparece un peligro mayor con riesgos de enfermedad y muerte.

En este escenario puede ocurrir que algunas reacciones se hagan mas extremas o que otras se anulen entre sí.

Es obvio que el foco de atención se desplazará hacia la situación que genere las emociones más fuertes; las personas podrán unirse (como hemos podido visualizar a los políticos actualmente), abandonar sus diferencias y enfrentar solidariamente el peligro mayor, así como también puede ser que otras aprovechen la coyuntura para sacar algún provecho personal o que, desde el miedo, las personas retroalimenten el mismo y entren en pánico.

¿Qué puede pasar entonces en los equipos de trabajo? La situación que estábamos viviendo ya había producido una ola de despidos, contracción de actividades y cierres de empresa. Las medidas sanitarias y el nivel de temor a contraer una enfermedad que puede ser letal restringirán más aún la actividad económica.

Las cifras indican que más o menos un 30% de la fuerza de trabajo se desempeña en labores informales (vendedores ambulantes, taxis, pequeños transportistas). Además, el cierre de fronteras y paralización del transporte tiene fuertes efectos colaterales especialmente en las actividades de servicio, hoteles, lugares de comida rápida, etc. por lo que podemos esperar un crecimiento del desempleo.

Por esto ahora es clave evitar el pánico o ser arrastrado por el torbellino de noticias falsas y rumores. Ahora es cuando la racionalidad y el liderazgo son indispensables para hacer un buen diagnóstico y crear opciones de solución para los temas urgentes, los de mediano y largo plazo.

Por lo pronto haga revisar los sistemas centrales de climatización de su oficina, verifique si tienen protección ultravioleta. Los filtros de polvo de estos sistemas son un ambiente propicio para desarrollar y diseminar microrganismos, razón por la cual algunos de ellos vienen equipados con este tipo de luz para sanitizar el aire.

Nuestra recomendación es que gerentes y mandos medios (junto a sus equipos de trabajo) conversen, identifiquen los temas relevantes, desarrollen y evalúen opciones y problemas potenciales. Es vital analizar los impactos de las soluciones antes de aplicarlas para evitar problemas colaterales. Es común encontrarse con situaciones donde el remedio ha sido peor que la enfermedad.

Aproveche nuestras charlas gratuitas de una hora (cupos limitados) que podemos coordinar vía Skype para compartir modelos de análisis de situaciones y resolución de problemas.

Y recordemos que, en tiempo de crisis, aflora la creatividad.