La tarea de hoy: ¿Qué hacer cuando pase la pandemia? ¿Imaginar cómo será la “normalidad”?

Algunos no regresaremos a nuestra antigua oficina, otros deberemos enfrentar la reconstrucción de nuestras actividades o reinventarnos en un ambiente con mayores niveles de incertidumbre. La vida nos dio un remezón y cambió tanto a nosotros como a nuestro entorno, por eso lo más probable es que “la normalidad” ni siquiera se parezca a la que conocimos.

En virtud de todo lo anterior, es recomendable que nos preparemos para tomar conciencia de donde estamos parados, nos enfoquemos en tomar acciones para controlar los daños y reemprender la marcha.

En este contexto es sabio capitalizar la vivencia de la pandemia, aprender de nuestros errores, revisar nuestras prioridades. Las situaciones en las que nuestra existencia y/o la de nuestros seres queridos está en riesgo nos llevan a cuestionar los criterios con los que evaluamos la importancia de nuestras diferentes responsabilidades y preocupaciones, así como también, nuestra actitud frente a la vida y sus contingencias.

La emoción prevalente durante las crisis es el miedo. Ese miedo nos puede inducir a huir, a paralizarnos o a tomar acción. Pero, en una pandemia no hay donde huir la parálisis hará que nos “arrastre la corriente” y perder el control de modo que tomar acción es la mejor opción. Éste es el camino de la razón, de la proactividad que consiste en desarrollar y evaluar opciones y elegir la que nos asegure una solución que no se convierta en algo peor.

En este proceso es clave tener en cuenta que la pandemia nos golpeó en medio de una situación de crisis que calladamente sigue en desarrollo y continúa dañando la convivencia, el empleo y la productividad. Por lo tanto, cuando pensemos que hacer después de la pandemia debemos considerar al menos dos escenarios:

  • En el que el proceso nos muestre que es el momento de enfocarse en hacernos cargo de poner al país en marcha.
  • Que se reactive la crisis social y que tendremos que ocuparnos de reparar los daños de la pandemia en un ambiente de alta tensión.

Hoy la realidad es que el Diario Financiero (abril 6) informa que, la Cámara Chilena de la Construcción ha estimado que la baja de la inversión agregada al sector podría hacer que el nivel de cesantía del sector llegara a un 12% (app 75.000 empleos) hacia fines de este año. Las externalidades de este segmento, sumada a los daños de nuestras dos crisis, permiten estimar un desempleo a nivel país un par de puntos por sobre dicho 12%.

En este contexto, todos los gerentes, empleados y emprendedores, debemos comenzar a pensar seriamente en cómo poner en marcha el aparato productivo en el segmento en que participamos. Tanto aquellos que estamos operando en forma remota o parcial, como también, los que se están reinventando. Debemos comenzar a examinar opciones para recuperar las empresas que sobrevivan, para volver a generar empleo aprovechando lo que hemos aprendido en esta crisis.

Muchos temas como el trabajo a distancia, los horarios flexibles, la jornada laboral estaban en plena discusión. Las cuarentenas y sus derivados nos han obligado a romper muchos paradigmas relativos a la productividad y hoy podemos hablar con mayor propiedad de: ¿Era imposible el trabajo desde el hogar? ¿Era terrible trabajar con un sistema de horarios flexibles? ¿Era impracticable aprender a usar la tecnología para trabajar en forma remota?. Este aprendizaje bien administrado, puede abrir nuestra mente para descubrir, conocer y operar en otros espacios. Si capitalizamos la experiencia que ha permitido que el país pueda seguir funcionando, a pesar de las dificultades iniciales de las dos crisis que estamos enfrentado, estimamos que más temprano que tarde regresaremos a una “normalidad”. Aprovechemos este tiempo para crecer, madurar y prepararnos para aplicar lo aprendido.

Algunos tips de temas a explorar:

  • Identificar los factores internos que hicieron posible mantener operando la empresa y evaluar su aplicación en otras áreas.
  • Examinar las políticas de personal y los beneficios que fueron claves para resolver emergencias y aplicar lo aprendido para mejorarlos o para concentrar los recursos en beneficios mas útiles.
  • Identificar áreas vulnerables a situaciones de emergencia y buscar soluciones.
  • Establecer criterios para priorizar objetivos ante fluctuaciones en la generación de ingresos derivadas de situaciones de emergencia.
  • Aprender de las estrategias y planes de acción, de corto y mediano plazo, que fueron más efectivas para mantener la continuidad operacional.
  • Identificar, examinar y aprender de las actitudes clave que permitieron resolver situaciones complejas.
  • Aportar ideas para un plan de recuperación de ventas.
  • Identificar areas clave, de alto impacto, en rentabilidad para definir criterios de asignación de recursos.
  • Desarrollar un listado de clientes/productos rentables para darle mas velocidad a la recuperación.
  • Identificar posibilidades de configurar alianzas con clientes y proveedores para apoyarse mutuamente, en estrategias grupales, para fortalecer la sustentabilidad de todos en un auténtico ganar-ganar

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