En el marco del Informe de Percepciones de Negocios (IPN) del Banco Central, más de la mitad de los encuestados cree que su dotación se revisará a la baja en el 2020 como consecuencia de los eventos del 18 de octubre.

Se estima que, bajo las condiciones vigentes, la tasa de desempleo podría superar el 10% durante el trimestre móvil enero – marzo 2020.

Recordemos que los despidos por necesidades de la empresa llegaron casi a 600.000 en el año y en enero del 2020 fueron de 133.000

La siguiente gráfica muestra la evolución de la cifra durante el 2019.

Según la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme) durante enero, 20 mil PyMES podrían declararse en quiebra.

Dadas las cifras señaladas, podemos anticipar algunas áreas de conflicto que es importante considerar a la hora de definir acciones para enfrentar una situación compleja que continúa en desarrollo.

Es necesario tener en cuenta que una contracción más o menos violenta en la demanda de productos o servicios, produce efectos colaterales que con algún desfase se traducirán en una mayor contracción derivada, entre otras, de lo siguiente:

  • Disminución del poder de compra de las personas que han perdido su fuente de trabajo.
  • Medidas con que las personas reducirán su consumo a niveles de supervivencia para maximizar sus recursos.
  • Fuga de personas calificadas que están abandonando el país.
  • Reducción de demanda de servicios por parte de las empresas más afectadas.

Al interior de las organizaciones, la función de RRHH tendrá que resolver dificultades tales como:

  • Encontrar personal calificado, a pesar de una posible disminución progresiva de la oferta en términos de cantidad y calidad.
  • Cambios en la “reglas del juego”:
    • Reducción de horarios.
    • Restricciones en el desplazamiento y la seguridad en las calles.
    • Aprehensiones de las personas por la seguridad de sus hijos en sus colegios, guarderías etc.
  • Consecuencias de un círculo vicioso de una alta cesantía, que lleva a la reducción de la demanda de oportunidades laborales.

Este panorama de crisis y la tendencia observada, hace mas necesario que nunca el fortalecimiento del trabajo en equipo, los lazos de convivencia, la colaboración y la confianza mutua.

Recordemos que esta es una crisis, palabra que tiene un especial significado en la cultura japonesa, tema que detallaremos en nuestro artículo de la próxima semana.