El mercado laboral tiene una diversidad de términos para definir los atributos clave que debe tener una persona “competente” para desempeñar un particular cargo. Se habla de “aptitudes y actitudes”, “habilidades y competencias“, destrezas y atributos” que se clasifican como “genéricas o específicas”, etc.

Para los efectos de esta reflexión, nos quedaremos con el vocablo “competencias” definido como la capacidad para realizar acciones cuyos resultados cumplen con los estándares y especificaciones de aceptación pertinentes en términos de calidad, tiempo, forma y costos.

Hemos adoptado esta definición porque es concreta y se centra en los resultados que se esperan de una persona “competente” para generar los “entregables” de su cargo en los plazos comprometidos, siguiendo los protocolos y cumpliendo los estándares de calidad establecidos por las normas, técnicas, usos y costumbres aplicables.

Se habla también de competencias “blandas” y “duras”. Las blandas son el conjunto de habilidades relacionadas con los modos de ejecutar acciones, interrelaciones y gestión de conflictos; pertenecen al dominio de los principios, valores, creencias y madurez de las personas. Por su parte, las duras, pertenecen al dominio de lo profesional, técnico, científico y operacional.

Artículos recientes comentados por el “Finantial Times” y “The International Journal of Applied Management and Technology”, contienen interesantes datos sobre la importancia de las competencias más buscadas por los head hunters en el mercado laboral de los Estados Unidos. Decidimos comentárselas porque, en nuestra experiencia, son un referente válido para cualquier mercado y están teniendo impacto en los head hunters de nuestro país.

Las competencias “blandas” son consideradas clave por un 61% de una muestra de 500 empresa de reclutamiento y selección de personal y las competencias blandas relevantes, en orden importancia según frecuencia, son:

  • Trabajo en equipo 57%
  • Habilidades de comunicación 55%
  • Administración del tiempo 46%
  • Resolución de problemas 45%
  • Creatividad 44%
  • Liderazgo 40%
  • Organización 34%
  • Inteligencia emocional 33%
  • Toma de decisiones 28%
  • Gestión del estrés 15%

No resulta extraño que los primeros cinco lugares sean temas de relaciones interpersonales. Para organizar el trabajo desde la casa ha sido importante configurar equipos de trabajo capaces de comunicarse con claridad, organizar sus tiempos y resolver problemas relacionadas con el software de comunicaciones y trabajo compartido, así como también para aprender a usar o aumentar el uso de las aplicaciones para trabajo compartido.

También hace sentido que la creatividad esté cuatro puntos por sobre el liderazgo, dado que la oficina virtual hizo necesario inventar soluciones sobre la marcha y obligó a enfatizar la autogestión.

Hay mucho más que comentar y explorar en esta área, pero eso será materia de nuestros próximos artículos.

Le invitamos a preguntarse respecto de cómo siente usted frente al ejercicio de adaptación al sistema semi presencial y si este mejoró su nivel en estas áreas y como piensa a manejar el eventual regreso al modelo tradicional.

Si quiere saber más sobre este tema u otros desarrollos emergentes en RRHH no dude en contactarnos, nos hemos mantenido atentos a los desarrollos y soluciones emergentes en el ámbito de la gestión de personas y el impacto de la tecnología.